¿Es el control del tiempo una forma de microgestión?
El control del tiempo puede parecer una forma de microgestión, pero no tiene por qué serlo necesariamente.
Todo depende de cómo se implemente y del objetivo que se busque con dicho control.
En muchas situaciones, registrar la asistencia es un requerimiento legal de la normativa laboral del país y de no hacerlo, la empresa estaría expuesta a ser sancionada con multas y otros mecanismos.
Sin embargo, cuando se lleva al extremo con acciones de vigilancia como grabar pantallas o monitorear cada movimiento del personal de oficina, el control del tiempo puede caer en la microgestión.
Este tipo de supervisión constante no sólo afecta negativamente al ambiente laboral, sino que si se hace de manera inadecuada puede considerarse un delito en muchos países, en tanto que no respeta la intimidad de los empleados.
El seguimiento del tiempo debe ser visto como una herramienta para mejorar la eficiencia no como un mecanismo de control sobre el trabajador.
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